Por: Catalina Giraldo - Estudiante de Antropología

Que no se olvide: las religiones también han institucionalizado fiestas tradicionales. Estas fiestas son momentos donde se rompe con la cotidianidad, se une la comunidad para celebrar pero, además, son manifestaciones que cuentan las historias y las leyendas que envuelven los lugares.

San Pedro es el santo protector de los pescadores, sobretodo de aquellos que durante junio, en especial el 29, conmemoran su santidad bailando hasta el amanecer.

Vivir y celebrar el San Pedro en Brasil y Colombia, en el agua salada y en el agua dulce, deja dos sensaciones diferentes…

 

Desde que llegué a São Luis de Maranhão, una isla ubicada en el nordeste del país, todas las personas que conocí me repetían que no me podía ir del lugar sin celebrar las fiestas de São João (San Juan) y de São Pedro (San Pedro). Durante todo el mes de junio estas celebraciones hacen que la isla sea invadida por los trajes tradicionales,muy extravagantes, los bois[1] coloridos, los tambores y las matracas[2], que acompañan los distintos bailes que cuentan la leyenda de un buey. Ésta es la historia de Catarina, una mujer embarazada que, debido a un antojo incontrolable, mandó a su esposo a cortarle la lengua al buey de la hacienda. El buey es sacrificado y los lamentos por su muerte, en especial los del dueño de la hacienda, hacen que los espíritus de la floresta pidan por el animal, éste  resucita y continúa brincando[3].  

Tantas versiones de la misma leyenda, como bois que la interpretan se reúnen el mismo día. Sagradamente, los 29 de junio, se realiza el encuentro de todos los bois de la isla en la Capela de Sao Pedro, una iglesia sobre una colina en el centro de la ciudad. Desde la noche hasta la madrugada suben y bajan los bois, acompañados por el ritmo de las personas que van rezando, tomando, bailando y tocando la matraca. Es el momento para recibir las bendiciones del santo y para pagar por las promesas que se le deben; hay personas que suben de rodillas hasta el altar. En la madrugada, los mortales que han logrado sobrevivir la noche ya no pueden comunicarse debido a las fuertes vibraciones que emanan de los palos de madera que todos están tocando  dentro de la capela. Este es el momento más intenso, se tiene que resistir y dejarse llevar por la música, el baile y los colores de esta fiesta religiosa que mezcla diferentes tradiciones como la católica, la africana y la indígena. Es típica del sincretismo religioso que caracteriza a nuestros países latinoamericanos. A las 11 de la madrugada la imagen de San Pedro sale de la iglesia en una procesión que va hasta el puerto de la Playa Grande, luego zarpa en un barco en caravana con otros barcos decorados.

San Pedro es el santo patrón del Huila y durante el mes de junio, en todo este departamento, se celebran las fiestas tradicionales. Celebré el San Pedro en tres lugares diferentes: en Neiva, Garzón y Río Loro. Pensaba que iba a encontrarme con una celebración autóctona y tradicional como en São Luis de Maranhão, pero aunque rumba sí hubo, me quedé con la sensación de que faltaba fortalecer el carácter tradicional de esta fiesta en Colombia. Aunque bailé varias veces el Sanjuanero[4]y fui a ver los desfiles, los eventos culturales no estaban al alcance de la gente como yo. Siento que estos aspectos culturales, es decir los bailes, las comparsas de bambuco, los trajes tradicionales, las procesiones religiosas, la comida típica deberían estar presentes durante toda la celebración,  deberían ser el alma de la fiesta y no el maquillaje. Me dio la impresión que el San Pedro giraba más alrededor del Reinado Nacional del Bambuco y a la rumba con vallenato, reggaetón, salsa, merengue y champeta, fáciles de encontrar en todo el país. No quiero desvalorar este tipo de celebraciones ni quiero caer en la posición romántica y esencialista de pretender mantener estática la cultura, pero me parece importante que se haga un esfuerzo por revivir constantemente esas tradiciones que han caracterizado a los lugares, pues es una forma de mantener viva la historia, y por lo tanto, una forma de resistencia a la homogenización.

Volviendo a la fiesta, el “Reinado Encantado” de Río Loro fue el evento que más me divirtió en este San Pedro. Río Loro es una pequeña comunidad que se ubica a un lado de la carretera entre Gigante y Garzón. El San Pedro para ellos es motivo de alegría y celebración: se instala en el centro del pueblo un gran equipo de sonido y se forma la pista de baile. Todos los días, hasta el último lunes festivo, las personas celebran y bailan sin parar. Para cerrar está el “Reinado Encantado”, una excelente parodia del reinado oficial. Las candidatas son hombres del pueblo vestidos de mujeres, los cuales, al estar tan metidos en sus papeles, parecen actores profesionales. Hacen un desfile y las reinas son llevadas en un camión por todo el pueblo, mientras la espuma y los pitos de los carros le prenden motores a la fiesta. Bajan hasta el río y luego regresan a la coronación. Hay una ex reina que acompaña el evento y a las candidatas se les hace desfilar, se les realizan preguntas y, finalmente, como es sagrado, tienen que bailar el sanjuanero. Aunque al comienzo nadie las saca a bailar, en un punto el más borracho de la fiesta lanza a bailar y hace un show que hace llorar de la risa. Toda la comunidad y lo impensable termina siendo la ley y la risa.

 


[1] Boi literalmente traduce Buey en español, pero es este caso hace referencia a la manifestación popular brasilera Bumba meu Boi que, a través del baile, el canto, y los sonidos de los tambores cuenta la historia de la muerte y resurrección de un buey.

[2] Matraca: Instrumento de percusión cuyo sonido es obtenido del entrechoque entre dos palos de madera.

[3] Brincar en portugués traduce Jugar.

[4] El Sanjuanero fue compuesto por el maestro Anselmo Durán en 1936 y su danza fue coreografiada por la folclorista Inés García de Durán en ocho pasos denominados: dos invitación, ochos, coqueteos, arrodillada, levantada de pie, arrastrada de ale, secreto y salida final, es el baile popular que tradicionalmente se escucha durante la fiesta.