Ministerio de Asuntos Sin Importancia
Me enorgullece informarles en esta rendición de cuentas que nuevos asuntos sin importancia han llegado y se han logrado catalogar como tal. Entre más desprevenida sea la gente de los asuntos con importancia, más útil se hace nuestro trabajo.
Contémplese, pues, a la poca importancia que le da la oposición, sobre todo la del trapo amarillo, al hecho de que Santos no gobierna solo. Es tal la sinimportancia, que podrían sostener que Santos manda solito, a pesar de que haya una bancada de senadores que llega al congreso y cada 4 de marzo dice “¡Mismos puestos!” porque ha logrado detentar el poder tres cuatrienios (como Mario Uribe, Miguel de la Espriella, Luis Humberto Gómez), 20 años (Ciro Ramírez), e inclusive desde los 70’s (como Miguel Pinedo). Lo podrían hacer inclusive frente a la existencia de feudos locales de terratenientes con bastante poder local, como Lafaurie, los cuales han frenado las fracasadas reformas agrarias desde 1936. O, ¿qué de los Señores de la Guerra que asesinaron medio Colombia cuando trataron de extraditarlos o que siguen ejerciendo poder desde las cárceles? ¿O de los gobernadores con clientelas en universidades públicas regionales a los que debe enfrentar la MANE? Si nada más Petro está bloqueado por un consejo con poder en Bogotá, ¿cómo será Juanman con un congreso con poder multiregional? Dejar sinimportancia tales hechos implica la transmisión de un mensaje electoral sin la intención de conscientizar sobre la debilidad estructural del Estado Colombiano, quien a veces no parece gozar de la autonomía relativa que nos cuenta el revisionismo marxista.
Y nuestro gran (adjetívenlo como quieran), Juanman Saints Won (o Gvon), quiere ser el presidente de la Paz. Se va hasta el organismo que todo lo ve y nada hace, la ONU, el Dios terrestre, y les dice torpe pero audazmente: “La justicia penal no es el camino. Necesitamos soberanía para aplicar la justicia transicional que permita la construcción de verdad, reparación y reconciliación”. Un aplauso para el maquinista porque sentarse en el banquillo opuesto al de “Monse Alejo” es un hecho reverenciable y de gran importancia que deja de ser mi jurisdicción. Pero donde entra el asunto desapercibido, seguramente por el camuflaje y las caras pintadas que todos usan, es en las dadas de baja de los Comandantes de las FARTS. Juanman, ¿cómo vamos a construir la verdad y a reparar a las víctimas si no hay quién las cuente ni quién los repare? Eso de pronto es producto de la misma ambigüedad de la gente, que ni sabe si quiere verdad o bala, pero bueno, dejen jugar al gomelo, el gomelo sí puede.
Hoy “La universidad” está encaminándose a constituir los Andes como una universidad de investigación. Yo lo respaldo. Pero yo me pregunto, ¿investigación para qué? El criterio de medición de la calidad investigativa se mide en el número de publicaciones en revistas ISI, pero estas revistas son de un público norteamericano y, por consiguiente, exigen artículos en inglés y que les sean útiles a los estadounidenses. Nosotros como miembros de una sociedad colombiana llena de problemas significativos, ¿por qué estamos publicando en inglés si un muy bajo porcentaje de la sociedad está en la capacidad de entender ese idioma con tantos tecnicismos? ¿Qué le aporta a la sociedad colombiana que un círculo reducido de norteamericanos lean artículos para norteamericanos? El modelo de relación universidad-sociedad (universidad-entorno) que hemos argumentado nosotros los estudiantes es: ni universidad de mercado ni universidad de academia por la academia (y mucho menos por la academia gringa), sino universidad al servicio de los problemas de Colombia.
*Recuérdese que el Min. De Sinimp es una cartera ficticia, por lo cual toda coincidencia con la realidad puede deberse a que usted sufre de paranoias, esquizofrenia o uribismo.