De dosis y rituales

Siento mucha relajación y cada nada pasan nuevas ideas e imágenes. La cabeza se relaja y las cosas se ponen más lentas. La inquietud por cualquier cosa se altera mil veces, supongo que es por la sensibilidad de todo el cuerpo y hasta la cabeza. No sé, a veces simplemente me quedo pensando y pensando, aparecen muchas cosas que pensar. El pasado, futuro y no sé qué, tantas cosas. O espere, también una canción o una película. Eso siempre pasa, mucho más con la música, con una guitarra o una gaita. También pasa que el mundo se olvida un segundo y el cuerpo empieza a hablar. Bailar es lo mejor. Aunque claro, depende del género: una buena salsa o escuchar un poco de cumbia es total satisfacción. Es eso, es un estado de satisfacción, el sabor de la comida o los olores, se sienten por todo el cuerpo. Pero eso sí, no le niego que en un comienzo era mucho mejor, me dejaba llevar mucho más profundamente por todo eso que uno siente. Todo era amor y felicidad. Bueno, todavía lo es, aunque diferente. Como que uno con el tiempo deja de saborear profundamente las cosas. O bueno, no sé, tal vez es respeto que hay que darle. Últimamente lo he visto como un ritual, como un momento de pensar sobre mi vida y tranquilizar problemas. Es una forma de darse tiempo, que su cuerpo y mente se conecten por un rato. Yo por eso creo que no pueden prohibirla, cada quien debería explorar ese rato a su manera ¿no le parece? (María Clara, una amiga a la cual le pregunté el por qué fumaba cannabis y qué sentía)

El consumo de esta planta no es algo nuevo; los hallazgos más antiguos datan del 2700 A.C. en China y en India. También se han encontrado datos sobre el uso de la Marihuana entre los Vikingos, celtas, egipcios, greco-romanos y tibetanos. Desde entonces, el consumo se ha extendido a todos los rincones del planeta. Cabe resaltar que se extiende hasta sus ramas y semillas. La fibra de Marihuana o Cáñamo ha sido utilizada para la producción de tejidos, ropa, libros, mapas, alpargatas, cuerdas, papel, etc. Asimismo, con las semillas se han producido aceites para usar como tinturas y jabones. Los cogollos son y han sido consumidos por vía oral o fumándolos (algunas sociedades la inhalan en forma de polvo).

La cannabis sativa (nombre científico) ha servido para la producción de distintos productos, y también ha hecho parte de rituales, festejos y ceremonias. Ha sido usada de manera recreativa, pero también médica. Tanto lo terapéutico como lo místico han estado relacionados en su consumo. Brujos, chamanes y médicos han recurrido a ella para calmar todo tipo de malestares tanto físicos como espirituales. Actualmente, la ciencia occidental ha descubierto que cura enfermedades y dolencias como: dolores de cáncer, ansiedad, anorexia, falta de apetito, esclerosis múltiple, artritis, asma, etc.

Conociendo todo lo expuesto anteriormente y considerando lo que mi amiga me dijo esa noche, hay varios elementos a pensar. Es una planta que tiene muchos beneficios tanto físicos como espirituales y es por esto que reflexiono como mi amiga. Cada quien necesita de esos “ratos” de los que ella habla, ya sean por medio de oraciones, meditaciones o con productos de la misma naturaleza. Como en su relato, para ella es de gran importancia la relajación, la sensación y el pensamiento que le produce. Es un momento individual, donde ese montón de ideas genera reflexiones y sensibilidades sobre su vida y experiencias. Tener un momento de placer consigo misma es parte de sí y tanto ella como mucha gente necesitan de ese “rato” del que habla. La ilegalidad de esta planta y su estigmatización es un asunto ridículo. El consumo de Marihuana no es un fenómeno contemporáneo; científicamente se conocen sus beneficios y debería ser legal el uso de otros tipos de medicinas. Es así que, estoy de acuerdo cuando María Clara dice, “Yo por eso creo que no pueden prohibirla, cada quien debería explorar ese rato a su manera ¿no le parece?”. Considero quecada quien debería tener derecho a explorar su propia conciencia. Por esto, no debería ser ilegal su porte, ni su consumo. Al contrario; se debería incentivar el uso de otros tipos de medicinas y formas recreativas que actualmente son penalizadas y estigmatizadas, y que científicamente se consideran como no negativas para la salud de las personas.